Las adicciones afectan al uso del control de la sustancia y pueden provocar daños duraderos al cerebro.
En la provincia de Badajoz, los problemas de adicciones presentan los siguientes porcentajes. El tabaquismo es la adicción más prevalente, seguido del alcoholismo y la marihuana.
En la provincia de Cáceres, los problemas de adicciones muestran que el tabaquismo es la adicción más común, seguido por el alcoholismo y el uso de marihuana. Las adicciones a psicofármacos y ludopatía también son significativas.
El alcoholismo es una adicción crónica al alcohol caracterizada por el consumo compulsivo de bebidas alcohólicas, la incapacidad de limitar la ingesta y la continua necesidad de beber a pesar de sus efectos negativos. Puede llevar a problemas de salud física como enfermedades hepáticas y cardiovasculares, así como problemas sociales y psicológicos.
El tabaquismo es la adicción a la nicotina, sustancia presente en los productos de tabaco. Esta adicción se manifiesta en el uso persistente de cigarrillos u otros productos de tabaco a pesar de conocer sus riesgos, como enfermedades respiratorias, cardiovasculares y varios tipos de cáncer. La nicotina provoca dependencia física y psicológica, haciendo difícil dejar de fumar.
La adicción a la cocaína se refiere al uso compulsivo de esta droga estimulante, que puede ser inhalada, inyectada o fumada. La cocaína provoca una euforia intensa y de corta duración, seguida de una fuerte necesidad de consumir más. Su uso prolongado puede causar problemas cardiovasculares, neurológicos y psiquiátricos graves, así como un deterioro general de la salud.
La adicción a la marihuana implica el uso repetido y compulsivo de esta droga, que puede ser fumada, vaporizada o ingerida. Aunque muchas personas la consideran menos adictiva que otras sustancias, su consumo frecuente puede llevar a la dependencia, afectando la memoria, el aprendizaje y la salud mental. La abstinencia puede causar irritabilidad y ansiedad.
La adicción a los psicofármacos involucra el uso abusivo de medicamentos recetados, como sedantes, ansiolíticos y analgésicos opioides. Estos medicamentos, aunque útiles para tratar ciertos trastornos médicos, pueden causar dependencia física y psicológica. El abuso puede llevar a sobredosis, problemas de salud mental y físicas, y requiere tratamiento especializado para su manejo.
La ludopatía es una adicción al juego caracterizada por una necesidad irresistible de apostar, a pesar de las consecuencias negativas. Las personas con esta adicción a menudo pierden grandes sumas de dinero, lo que puede llevar a problemas financieros graves, además de afectar sus relaciones personales y su salud mental. La ludopatía se manifiesta en un comportamiento compulsivo y una incapacidad para controlar el impulso de jugar.